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Comentario de libro: “CAMBIEMOS EL MUNDO”, UN LIBRO INDISPENSABLE CON DISCURSOS DE GRETA THUNBERG

Este breve volumen publicado por Lumen, septiembre de 2019, con traducción del inglés de Aurora Echevarría, presenta algunos discursos y conferencias de la joven activista sueca Greta Thunberg por la cuestión del cambio climático, pronunciados entre 2018-2019 en diversas situaciones y lugares. En 2018 la adolescente señala: “Soy Greta Thunberg, tengo quince años y hablo en nombre de la justicia climática. Este es un grito de socorro”.

La joven activista medioambiental es conocida mundialmente y esto comenzó en 2018, cuando inició una huelga estudiantil ante el Parlamento sueco, llamando la atención por las consecuencias del cambio climático. Pero lo mejor es escucharla directamente en lo que se reúne en este libro que debería ser muy conocido. Aunque muchos la desautoricen, minimicen su mensaje, Greta Thunberg ha situado en el centro el asunto del cambio climático y las responsabilidades de las sociedades humanas, alertando sobre las consecuencias de este fenómeno.
Citamos: “Así que cuando empezaron las clases de este año, decidí que hasta aquí habíamos llegado. Me senté delante del Parlamento sueco. Me declaré en huelga estudiantil por el clima”. Aquí se inicia oficialmente su cruzada. Una frase que sintetiza la visión que tiene de lo que ocurre: “Nuestra casa está ardiendo”.
En su discurso de Davos, señala: “Los adultos dicen continuamente: ‘Tenemos que infundir esperanza a los jóvenes. Se lo debemos’.// Pero yo no quiero su esperanza.// No quiero que sean optimistas.// Quiero que entren en pánico.// Quiero que sientan el miedo que yo siento todos los días” […]// “Quiero que actúen como si nuestra casa estuviera ardiendo”.
Ha recibido muchas descalificaciones, por ser joven, se le reprocha promover el ausentismo escolar para “otros fines” de los de la escuela, ser una idealista, tal vez “ingenua”, que obedece a “gente que está detrás” y la manipula, que habla y escribe como los adultos, que no redacta ella sus discursos, y por tener la condición de niña Asperger. Respecto de esto último, citamos sus conmovedoras, bellas y alentadoras palabras: “Hay personas que se burlan de mi diagnóstico. Pero el síndrome de Asperger no es una enfermedad, es un regalo. Los hay también que dicen que una persona con Asperger no podría haberse metido en esta situación. Pero esa es exactamente la razón por la que lo he podido hacer. Porque si hubiese sido ‘normal’ y sociable, me habría apuntado a alguna organización o fundado la mía propia. Pero como no se me daba muy bien socializar, en lugar de eso, opté por esto”.
Y en relación con que no escribiría ella sus discursos, dice: “Y, sí, escribo mis discursos: pero como sé que lo que digo va a llegar a mucha gente, a menudo pido opinión. También cuento con la ayuda de científicos a la hora de explicar las cuestiones más complicadas”. Honestidad intelectual admirable.
Y esta adolescente trasciende la lucha por el asunto climático, hasta interpelarnos como sociedad global: “Necesitamos una nueva forma de pensar. El sistema político que ustedes han creado se basa en la competencia. Engañan cuando pueden porque lo único que importa es ganar. Obtener poder. Esto tiene que terminar. Debemos dejar de competir unos contra otros. Tenemos que empezar a compartir y compartir de forma justa los recursos que quedan en este planeta. […] Tenemos que proteger la biosfera. El aire. Los océanos, Los bosques. La tierra”.
Lo anterior puede parecer, para algunos, ingenuidad, un manifiesto de “buenas intenciones”, pero pocas veces alguien nos interpela de tal manera, desde la juventud, el compromiso, la consecuencia, como esta admirable joven que nos recuerda que debemos cuidar, salvar y amar la casa común. La fuerza y convicción de Greta Thunberg es, como dice ella de su Asperger, un regalo que nos hace tanto bien a todos y al planeta.

JMR, Extensión y cultura, noviembre de 2019

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